Ubicación muy buena, a un paseíto del centro. Atención del personal súper amable. Habitaciones limpias y cómodas, pero un poquitico pequeñas. El restaurante tiene comida sabrosa y el trato es genial, aunque el ruido de la calle puede molestar un poco en la noche.

El hostal tiene un baño de buen tamaño, lo cual es un alivio. Las sábanas son limpias y la cama es grande, aunque el colchón se hunde un poco.

La ubicación en un suburbio da un aire de inseguridad, con ruido de música y gente en la calle por las noches. La habitación era pequeña, con solo un enchufe disponible, dejando poco margen para cargar dispositivos. La puerta del baño no cerraba bien y no había gel para lavarse las manos. Además, la limpieza dejaba que desear, con moho visible en el suelo del baño. Quizás no sea el mejor lugar para descansar.

El personal fue extremadamente amable, siempre listo para ayudar y dar recomendaciones sobre la ciudad.

La habitación era un poco calurosa y el aire acondicionado no podía dirigir el aire hacia arriba, lo que resultó incómodo mientras dormía.

Recomiendo llevar tapones para los oídos, ya que el ruido exterior puede ser molesto por la mañana debido a las obras cercanas y al tráfico.

Buena relación calidad-precio y comida rica

La habitación era simple, pero contaba con una cama cómoda y una terraza que le daba un buen toque. Además, el restaurante ofreció unas croquetas de bacalao realmente deliciosas. A mejorar sería la falta de espacio de almacenamiento en la habitación, ya que solo había una mesilla en un lado de la cama.

Pasamos un buen rato con amigos, muy cerca del centro y a solo 15 minutos de la plaza de toros. El restaurante es genial para comer. Ideal para aparcar con tranquilidad. El lugar está limpio y tranquilo. ¡Recomiendo probar el desayuno continental que ofrecen, está bastante bien!

Sin embargo, solo había un enchufe en la habitación y eso puede ser incómodo si eres varios en la habitación. el tirador de la cisterna de la ducha estaba un poco fallando.

La habitación estaba maloliente, pero las sábanas estaban limpias y cómodas.

Mi veredicto en dos frases

A pesar de ser un lugar con buena atención, la calidad del descanso se ve comprometida por el ruido constante de las áreas comunes y la escasa limpieza en el restaurante. Los colchones son demasiado blandos, lo que puede causar molestias durante la noche.

Estuve una noche en el Hostal Jaime y, la verdad, no puedo quejarme del trato del personal, que fue amable desde el primer momento. El lugar se siente bastante acogedor y las habitaciones estaban limpias, aunque podrían ser un poco más grandes. La ubicación es excelente, a solo diez minutos caminando del centro, lo que hace fácil explorar la ciudad. Sin embargo, el aire acondicionado funcionaba bien, pero había un solo enchufe en la habitación, lo que resultó un poco incómodo para cargar mis dispositivos. También, el tirador de la cisterna estaba fallando, lo que fue un pequeño inconveniente. A pesar de esto, el desayuno que ofrecen es bastante bueno y me sorprendió para bien. En general, creo que es un lugar correcto para una estadía corta, pero haría falta un par de mejoras para elevar la experiencia.

Fue una opción adecuada para unos días en Huesca con una excelente relación calidad-precio. El trato del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y con una atención muy cálida. Si tienes coche, hay buena zona para aparcar cerca.

buena estancia pero con detalles a mejorar

La recepción fue excepcional, la atención del personal dejó una gran impresión. El desayuno, variado y sabroso, fue una grata sorpresa. Además, la vista desde nuestra habitación era encantadora y aportó un toque especial a nuestra estancia.

Sin embargo, sólo había un enchufe en la habitación, lo que dificultó la carga de nuestros dispositivos personales.

La habitación es amplia y con todos los servicios, muy limpia y tranquila, a solo 20 min del centro. Además, aparcas fácilmente al lado. ¡El Mercadona enfrente es un lujo!

Pero solo un enchufe! ¿Están en los años 90?

Vaya! Comimos unas croquetas de bacalao que estaban de muerte y el desayuno nos sorprendió. café, zumo y bollería fresquísima. Además, la habitación, aunque sencilla, era cómoda y contaba con un espacio para dejar la moto a buen recaudo.

Aunque la limpieza del restaurante por la mañana dejaba que desear con algunas moscas volando, y hasta encontramos un cockroach en una mesa, eso no opacó la experiencia. seguimos disfrutando la buena comida.

la habitación era un poco pequeña (aunque con una terraza genial). el personal fue muy amable y la ubicación es excelente, cerca del centro. la comida en el restaurante era rica, especialmente las tapas! !